martes, 4 de noviembre de 2014

A los 90 no volvemos. Sigamos construyendo una educación pública, popular y latinoamericana

Por Hugo Ríos



Cuando sostenemos que estamos construyendo una educación Pública, Popular y Latinoamericana, claramente nos ubicamos  en las antípodas del paradigma educativo que se instaló en la década del 90, cuando el modelo neoliberal nos dejaba una nefasta ley federal de educación,  que estaba en sintonía con las olas de desocupación y pobreza, que dejaba a millones de compatriotas excluidos, también de la educación pública. Hoy atravesamos otra etapa para la educación pública, donde el estado nacional, va modificando diferentes aspectos de este sistema, invirtiendo el 6% de su PBI, en los distintos niveles del sistema educativo, realizando un gran número de capacitaciones para los trabajadores de la educación, con programas para las escuelas técnicas ubicándola en el centro del proyecto nacional.

Entonces encontrándonos hoy en esta situación, como trabajadores de la educación tenemos la responsabilidad pedagógica y social de reflexionar sobre el rol de la educación pública como transmisora de saberes, pensar que tipo de saberes trasmitimos y para qué. En este sentido nos encontramos con por lo menos dos formas de construir el proceso de aprendizaje de nuestros pibes, uno es el de la escuela tradicional pensada en otro siglo, que nos formaba en un esquema donde lo importante era aprender a obedecer, aprobar un examen, pasar de año, etc., y otra perspectiva es la que venimos a sostener aquí, donde el proceso de aprendizaje se produce cuando nuestros pibes comprenden que ese saber nuevo que incorpora, puede ser un aporte para su emancipación, que ese saber también fue parte de una construcción histórica y que puede servirle para proyectar su futuro. Cuando se internaliza un saber, y se comprende la importancia que tiene para nuestra historia y en la historia en general podemos decir que hubo aprendizaje. Un ejemplo concreto de lo expresado anteriormente podría ser cuando uno analiza un mapa planisferio, de poco serviría que los chicos/as aprendan de memoria el nombre de los países y después lo olvidaran, en cambio podríamos explicar y compartir el porqué de la construcción del planisferio de Mercator, situando a los países imperiales de Europa en el centro (visión eurocéntrica), esta construcción geopolítica respondía a la centralidad del poder mundial en ese tiempo histórico. En los últimos años en nuestro país cambiamos la visión, localizando a América Latina en el centro del mapa político, pero sin la perspectiva imperialista.

Por eso es fundamental que como trabajadores de la educación, la cual lleva en sí una profunda decisión política, vayamos desenmascarando las tramas del poder hegemónico que se expresa también en las formas de educar. Nosotros además debemos tener un compromiso con toda la comunidad educativa, docentes, estudiantes, familias, y tener siempre presente el lugar donde estamos desarrollando nuestro práctica, e insistir con la idea que la escuela pública tiene que ser el mejor lugar para nuestros pibes, ya no como un lugar de encierro sino como un lugar de libertad y de emancipación, donde la mayor transgresión que podemos hacer en este sistema injusto, es desarrollar la inteligencia común que nos permita luchar contra la opresión. Y donde es fundamental compartir la convicción, (respetando la inteligencia del otro),de que los cambios son posibles. En definitiva es esencial educar para la igualdad material y simbólica, y para ampliar las formas de expresiones culturales.

Y tenemos la certeza que en la última década Latinoamérica está viviendo uno de los procesos más importantes de su historia, porque estamos atravesando un tiempo histórico donde los gobiernos se parecen mucho más a sus pueblos, donde las mayorías son incluidas en este proceso emancipatorio, sin tutelaje extranjero, sino que surge de las entrañas mismas de la Patria Grande, y debemos afirmar que estos hechos son profundamente educativos para nosotros y para las generaciones futuras, porque estamos construyendo pisos de derechos a los cuales los pueblos accedemos y donde conscientes de esto ya no nos podrán hacer volver al pasado, donde eran vilipendiados los derechos de inclusión y justicia social de los humildes y los trabajadores. Por esto decimos que A LOS 90 NO VOLVEMOS, porque el fuerte aprendizaje colectivo que vamos construyendo al generar mayores niveles de integración e igualdad son las que nos permiten decir que Latinoamérica encontró su propio camino.

"La razón de ser de la educación liberadora radica en su impulso inicial conciliador. La educación debe comenzar por la superación de la contradicción educador-educando. Debe fundarse en la conciliación de los polos, de tal manera que ambos se hagan, simultáneamente, educadores y educandos...La acción del educador humanista, revolucionario, al identificarse con la de los educandos, debe orientarse en el sentido de la liberación de ambos... Su acción debe estar empapada en una profunda creencia de los hombres. Creencia en su poder creador. Todo esto exige que sea, en su relación con los educandos, un compañero de estos...La liberación autentica implica la acción y la reflexión de los hombres sobre el mundo para transformarlo" Paulo Freire

No hay comentarios:

Publicar un comentario